REMEDIOS NATURALES
El aire puro, el sol, la abstinencia, el descanso, el ejercicio, un régimen alimentario conveniente, el agua y la confianza en el poder divino son los verdaderos remedios
Todos debieran conocer los agentes que la naturaleza provee como remedios, y saber aplicarlos. Es de suma importancia darse cuenta exacta de los principios implicados en el tratamiento de los enfermos, y recibir una instrucción práctica que le habilite a uno para hacer uso correcto de estos conocimientos. El empleo de los remedios naturales requiere más cuidados y esfuerzos de lo que muchos quieren prestar. El proceso natural de curación y reconstitución es gradual y les parece lento a los impacientes. El renunciar a la satisfacción dañina de los apetitos impone sacrificios. Pero al fin se verá que, si no se le pone trabas, la naturaleza desempeña su obra con acierto y los que perseveren en la obediencia a sus leyes encontrarán recompensa en la salud del cuerpo y del espíritu El Ministerio de Curación, pág. 89).
Cuando el Señor le dijo a Ezequías que prolongaría su vida durante quince años, y como señal de que cumpliría su promesa hizo que el sol retrocediera diez grados, ¿por qué no ejerció su poder restaurador directamente sobre el rey? Le indicó que aplicase una pasta de higos sobre su llaga, y ese remedio natural, que tenía la bendición de Dios, lo sanó. El Dios de la naturaleza instruye al instrumento humano para que utilice ahora los remedios naturales. Mensaje Selectos Tomo 2, Pág. 329
El aire

El sol

La abstinencia
Es imposible que cualquiera disfrute de la bendición de la santificación mientras sea egoísta y glotón. Los que tal hacen gimen bajo una carga de enfermedades debido los malos hábitos en el comer y beber, que hacen violencia a las leyes de la vida y la salud. Muchos están debilitando sus órganos digestivos al complacer un apetito pervertido. El poder que tiene la constitución humana de resistir los abusos que se cometen con ella es admirable; pero los hábitos erróneos persistentes que consisten en comer y beber en exceso debilitarán toda función del cuerpo.
El descanso
Es imposible que cualquiera disfrute de la bendición de la santificación mientras sea egoísta y glotón. Los que tal hacen gimen bajo una carga de enfermedades debido los malos hábitos en el comer y beber, que hacen violencia a las leyes de la vida y la salud. Muchos están debilitando sus órganos digestivos al complacer un apetito pervertido. El poder que tiene la constitución humana de resistir los abusos que se cometen con ella es admirable; pero los hábitos erróneos persistentes que consisten en comer y beber en exceso debilitarán toda función del cuerpo.
Ejercicio

Régimen alimenticio
Hay muchas maneras de practicar el arte de sanar; pero hay una sola que el cielo aprueba. Los remedios de Dios son los simples agentes de la naturaleza, que no recargarán ni debilitarán el organismo por la fuerza de sus propiedades. El aire puro y el agua, el aseo y la debida alimentación, la pureza en la vida y una firme confianza en Dios, son remedios por cuya falta millares están muriendo; sin embargo, estos remedios están pasando de moda porque su uso hábil requiere trabajo que la gente no aprecia. El aire puro, el ejercicio, el agua pura y un ambiente limpio y amable, están al alcance de todos con poco costo; mientras que las drogas son costosas, tanto en recursos como en el efecto que producen sobre el organismo.
Agua Pura

Confianza en Dios
Es imposible que nosotros, con nuestra propia fortaleza sostengamos el conflicto; y todo lo que aleje a nuestra mente de Dios, todo lo que induzca al ensalzamiento o a la dependencia de sí, prepara seguramente nuestra caída. El tenor de la Biblia está destinado a inculcarnos desconfianza en el poder humano y a fomentar nuestra confianza en el poder divino. La oración es la herramienta del éxito establecida por el cielo. Exhortaciones, peticiones y ruegos entre hombre y hombre, mueven a los hombres y desempeñan una parte en el control de los asuntos de las naciones.
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