miércoles, 24 de diciembre de 2014

No quiero dejar pasar por alto esta ocasión para dejarles un pequeno mensaje… muchos igual que yo estarán de vacaciones disfrutando la companía de sus familiares, amigos, degustando aquellas delicias gastronómicas que hace mucho tiempo no comían, si no es ese su caso por lo menos me imagino que tendrá dos o tres días libre para pasarlo en familia.  He visitado estos días algunos centros comerciales en la capital ecuatoriana -Quito- y veo las vitrinas de las tiendas exponiendo sus mejores productos, mucha gente con bolsas en la mano, ciertas tiendas con mayor afluencia de personas, sin embargo todo el mundo se queja que no hay dinero y que la situación está difícil.

Muchas personas esperan esta fecha para recibir un sueldo extra, una canasta, regalos, juguetes, muchos empresarios esperan esta fecha para obtener excelentes ganancias de la mercadería invertida. Pobres y ricos de acuerdo a sus posibilidades festejan esta fecha especial, unos harán una cena pollo, otros con pavo y otros no tendrán que comer, esa es la triste realidad.

Pero usted se ha preguntado porqué la navidad? Qué o a quién festejamos en navidad? Navidad es dar y recibir regalos o comer bien el 24 de diciembre?  Muchos olvidamos el verdadero significado de la navidad, olvidamos que Cristo vino a este mundo en forma de un bebé, creció en un hogar humilde, realizó un ministerio haciendo el bien y muriendo en una cruz para que podamos tener esperanza de una vida mejor. Que podamos aceptar a Cristo en nuestras vidas y que El sea quien esté ocupando el primer lugar, que los regalos, las comidas y festejos pasen a un segundo lugar. Que la armonía, la comprensión, la unión sean una realidad en sus vidas en estas fechas y en el nuevo ano.
Muchas felicidades, una linda navidad junto a Jesús y mucho suceso en el ano venidero.
Les dejo un árbol de navidad para que lo disfruten…  con cariño Laura:

Me
agradaría
preparar en estos días,
un árbol de Navidad
muy especial
y colgar, en lugar de regalos,
los nombres
de todos mis amigos. Los de cerca
y los de más lejos. Los de siempre y los que
tengo ahora.
Los que veo cada dia, y los que encuentro de
vez en cuando.
Aquellos a los que siempre recuerdo y a los que a menudo olvido.
A los constantes y a los inconstantes. A los de las horas
alegres y a los de las horas difíciles. A los que sin querer herí,
y a los que sin querer me hirieron. Aquellos a quienes conozco
profundamente, y aquellos a quienes solo conozco por su
apariencia.
A los que me deben algo y a los que les debo mucho. A los amigos humildes
y a los amigos importantes. Por eso los nombro a todos, a todos los amigos que han
pasado por mi vida. A los que recibis este mensaje y a los que no lo recibirán.
Un arbol de raices profundas, para que vuestros nombres no se puedan arrancar jamás.
Un árbol que, al florecer el año que viene, nos traiga ilusión, salud, amor y paz.
Ojalá que por Navidad, nos podamos reencontrar compartiendo los mejores deseos
de esperanza,
dando algo
de felicidad a aquellos
que lo han perdido todo.
FELIZ NAVIDAD










martes, 23 de diciembre de 2014

Lo más importante de mi vida


En cierta ocasión, durante una conversación que tuve con un grupo de personas, me hicieron esta pregunta: “¿Qué es lo más importante que ha hecho en su vida?”La respuesta me vino a la mente en el acto, pero no fue la que di, porque las circunstancias no eran las apropiadas. En mi calidad de ingeniero que viaja constantemente, sabía que los asistentes deseaban escuchar anécdotas sobre mi trabajo. Pero, he aquí la verdadera, la que surgió de lo más recóndito de mis recuerdos.

Lo más importante que he hecho en la vida, tuvo lugar el 15 de mayo de 1997.
Comencé el día jugando ping pong con un amigo mío al que no había visto en mucho tiempo. Entre jugada y jugada, conversamos acerca de lo que estaba pasando en la vida de cada cual. Me contó que su esposa y él acababan de tener un bebé. Mientras jugábamos, llegó el padre de mi amigo, que consternado, le dijo que su bebé había dejado de respirar y lo habían llevado de urgencia al hospital.

En un instante, mi amigo subió al auto de su padre y se marchó.
Por un momento me quedé donde estaba, sin acertar a moverme, pero luego traté de pensar qué debía hacer: ¿Seguir a mi amigo al hospital? Mi presencia allí, me dije, no iba a servir de nada, pues la criatura seguramente estará al cuidado de médicos y enfermeras, y nada de lo que yo hiciera o dijera iba a cambiar las cosas.

¿Brindarle mi apoyo moral? Eso, quizás, pero tanto él como su esposa provenían de familias numerosas, y sin duda estarán rodeados de parientes, que les ofrecerán consuelo y el apoyo necesario, pasara lo que pasara. Lo único que haría será estorbar.
Así que decidí reunirme con ellos e ir más tarde a ver a mi amigo. Al poner en marcha el auto, me percaté que mi amigo había dejado su camioneta, con las llaves puestas, estacionada junto al mío.

Decidí pues, cerrar el auto e ir al hospital a entregarle las llaves. Como supuse, la sala de espera estaba llena de familiares que trataban de consolarlos. Entré sin hacer ruido y me quedé junto a la puerta, tratando de decidir qué hacer.
No tardó en presentarse un médico, que se acerca a la pareja y, en voz baja les comunica que su bebé había fallecido. Durante lo que pareció una eternidad, estuvieron abrazados, llorando, mientras todos los demás los rodeamos en medio del silencio y el dolor.

El médico les preguntó si deseaban estar unos momentos con su hijo. Mi amigo y su esposa se pusieron de pie, y caminaron resignadamente hacia la puerta. Al verme allí, en un rincón, la madre se acercó, me abrazó y comenzó a llorar.
También mi amigo se refugió en mis brazos. “Gracias por estar aquí, me dijo”. Durante el resto de la mañana, permanecí sentado en la sala de urgencias del hospital, viendo a mi amigo y a su esposa sostener en brazos a su bebé y despedirse de él. Eso, es lo más importante que he hecho en mi vida. Aquella experiencia me dejó tres enseñanzas:

Primera: Lo más importante que he hecho en la vida, ocurrió cuando no había absolutamente nada que yo pudiera hacer. Nada de lo que aprendí en la universidad, ni todo lo racional que fui para analizar mis alternativas, me sirvió en tales circunstancias. A dos personas les sobrevino una desgracia, y yo era impotente para remediarla. Lo único que pude hacer fue acompañarlos y esperar el desenlace. Pero estar allí en esos momentos, en que alguien me necesitaba, era lo principal.

Segunda: Estoy convencido, que lo más importante que he hecho en mi vida, estuvo a punto de no ocurrir, debido a las cosas que aprendí en la universidad, al concepto inculcado de ser racional, así como en mi vida profesional. Al aprender a pensar, casi me olvidé de sentir. Hoy, no tengo duda alguna que debí haber subido al auto sin titubear, y seguir a mi amigo al hospital.

Tercera: Aprendí que la vida puede cambiar en un instante.
Intelectualmente, todos sabemos esto, pero creemos que las desdichas les pasan a otros. Así pues, hacemos planes y concebimos nuestro futuro como algo tan real, que pareciera que va a ocurrir. Pero, al ubicarnos en el mañana, dejamos de advertir todos los presentes que pasan junto a nosotros, y olvidamos que perder el empleo, sufrir una enfermedad grave o un accidente, toparse con un conductor ebrio y miles de cosas más, pueden alterar ese futuro en un abrir y cerrar de ojos.


En ocasiones, a uno le hace falta vivir una tragedia, para volver a poner las cosas en perspectiva. Desde aquel día, busqué un equilibrio entre el trabajo y la vida, y aprendí que lo más importante, no es ganar dinero, ni ascender en la escala social, ni recibir honores, un abrazo sincero vale más que mil palabras… 

Lo más importante en la vida, es tener nuestros ojos puestos en el cielo con una esperanza, dedicarnos a nuestra familia y a cultivar una amistad sincera.



Esposa carga a su esposo que perdió sus piernas

Jesse y Kelly Cottle
Jesse y Kelly Cottle
Una conmovedora fotografía de un ex ‘marine’ de San Diego que perdió las piernas por un artefacto explosivo improvisado en Afganistán en la que aparece siendo cargado por su esposa, ha sacudido a decenas de miles de personas en Facebook.
Jesse y Kelly Cottle llevan apenas un año de casados y fueron fotografiados durante una visita a su familia en Idaho. Lesionado en 2009 mientras intentaba desmantelar un artefacto explosivo, Jesse se unió al Cuerpo de los ‘Marines’ en agosto de 2003 y recuerda con detalle el terrible episodio.
“Estuve despierto todo el tiempo”, declaró Jesse al sitio KTVB.com sobre las secuelas de la detonación que puso fin a su carrera en el servicio activo. “Fue muy difícil en general, pero siempre tuve la certeza de que sólo sería una etapa y que las cosas mejorarían, sabía que contaba con mi familia y con buenos amigos, y la fe me ayudó mucho a salir adelante y tuve la suerte de pasar por el difícil proceso de recuperación y poder seguir viviendo mi vida, además de conocer a mi bella esposa”, dijo Jesse.
Jesse conoció a Kelly cuando ella nadaba para Boise State durante una competencia en San Diego. “Recuerdo que me intrigó mucho”, dijo Kelly. “Era muy diferente y no sólo por lo de sus piernas, sino por su forma de ser”.
La famosa fotografía fue tomada durante una visita reciente a los padres de Kelly en Idaho y se produjo de manera muy espontánea.
“Fue una fotografía normal, finalmente nos juntamos y a Jessie le pusieron las prótesis y todo”, dijo Kelly.
Fue entonces que la fotógrafa Sarah Ledford sugirió que la familia se metiera al agua para tomar un retrato. “Le dijimos que se quitara las prótesis y que se subiera en la espalda de alguien para que pudiera meterse, porque así andamos algunas veces, como cuando vamos a la playa”, declaró Kelly a KTVB.com.
Jesse y Kelly Cottle junto a su familia.
Jesse y Kelly Cottle junto a su familia.
Una vez que las fotografías fueron tomadas, Ledford publicó en Facebook la imagen en la que Kelly carga a Jesse y la respuesta fue fenomenal.
“Es abrumador, ni siquiera puedo contestar todos los comentarios de mi página”, dijo Ledford.
“La fotografía cobró vuelo, y todo Estados Unidos se enamoró de Jesse y Kelly”. Con miles de ‘compartidos’ y cientos de ‘likes’, los usuarios de Facebook se han inspirado al momento de hacer sus comentarios.
Jesse añadió que el apoyo que él y su esposa han recibido ha sido increíble. “Me alegra tener ese impacto, pero no es algo que uno espera”.
Al igual que Kelly, Cristo no se importó por nuestras deficiencias, pecaminosidad e infidelidad; Él nos extiende su brazo generoso y nos ofrece seguridad, paz y felicidad; lo único que necesitamos hacer es abrir nuestro corazón y aceptarlo como nuestro salvador.

NOTA: Les dejamos un lindo material sobre El Amor Verdadero



Evite que su hijo se vuelva adicto a la televisión

La televisión ejerce una fuerte influencia sobre los niños. Por eso, los padres deben fijar pautas para que la vean adecuadamente.Algunos la tienen como principal medio de entretención. Otros, simplemente la ven como un electrodoméstico más y hay quienes la llaman “la caja tonta”. Sin embargo, es una realidad que la televisión se ha convertido en un ‘miembro’ más de la familia.
De ese modo, se ha vuelto niñera, compañera y hasta profesora de los niños, pues comparten con ella durante varias horas del día, hipnotizados por el derroche de colores, figuras y emociones. En ese sentido, hay un debate sobre si es adecuado que los pequeños vean televisión desde edades tempranas, fundamentado en que puede ser contraproducente para su desarrollo.

Contenidos educativos
Por ejemplo, la Academia Americana de Pediatría (AAP) recomienda que los niños menores de 2 años no vean televisión, porque ese tipo de conducta agrava las alarmantes tasas de obesidad infantil, entre otras cosas.
Al respecto, el neuropediatra Álvaro Izquierdo afirma que “la televisión no es mala, debe saber usarse”. Por eso, no es recomendable que se aísle a los niños de ella, sino, por el contrario, se vea de una manera dirigida para que los contenidos sean los adecuados y no perjudiquen su comportamiento. Actualmente, muchos programas son educativos y enseñan aspectos como los colores, las figuras y los idiomas. Además, existen colecciones en DVD que ayudan a aprender con ejercicios interactivos. “La ventaja de esto es que no es un maestro que repite una y otra vez en una clase magistral. Esta es una forma más didáctica con sonidos, imágenes y juegos”, opina Izquierdo.
No obstante, este tipo de recursos deben darse en el momento apropiado, pues algunos padres presentan, a edades muy tempranas, estos programas a sus hijos con la intención de volverlos más inteligentes, sin tener en cuenta que un niño no va a aprender a tocar un instrumento musical con verlo en la televisión, y no es lo mismo armar un rompecabezas en video que con las manos.
Precisamente, parte del desarrollo del niño es la estimulación de la motricidad. Por eso, es importante que aprenda a agarrar las cosas con la mano, juegue con objetos o gatee antes de empezar a ver televisión. “No tiene sentido que se sienten frente al televisor antes del año de edad. Los colores los puede aprender con juguetes, pelotas, papeles, etc”, agrega el neuropediatra.

‘Esponjas’ receptoras
Los niños entre los 0 y 4 años aprenden rápidamente, sobre todo por medio de la imitación. Lo que ven y oyen lo ‘absorben’ fácilmente. Por eso, se debe tener cuidado con el tipo de programas que observan a diario.
Hay espacios ‘infantiles’ agresivos y violentos que incitan ese tipo de conductas en los menores, y ellos, sin saberlo, creen que son normales y permitidas. Según Germán Casas, psiquiatra infantil, “hay una serie de elementos en los medios de comunicación que han generado problemas en los niños, como la violencia y el sexo. Además, últimamente se han difundido conceptos de belleza corporal y delgadez, aumentando los trastornos alimentarios, como la anorexia infantil”.
Por ello, los padres deben dedicar tiempo a ver televisión con sus hijos para seleccionar el tipo de contenidos adecuados, más si se tiene en cuenta el déficit de programación infantil. “Aquí se piensa en comercializar y no en educar, y antes de las 5 de la tarde hay programas incorrectos para niños. No hay buena regulación con respecto a esto”, opina Izquierdo. Precisamente, la Comisión Nacional de Televisión (CNTV) establece que la franja infantil es de 4 a 5 de la tarde, de lunes a viernes, y de 8 a 10 de la mañana, los sábados. Así mismo, la familiar es de 6 de la mañana a 9:30 de la noche, todos los días.
El problema radica en que los niños ven televisión durante gran parte del día y no tienen un filtro que les indique lo apropiado, y se someten a las preferencias de la empleada del servicio o un hermano adolescente. “Los programas recomendados son aquellos con contenidos lúdicos, recreativos e ilustrativos, de acuerdo con el desarrollo de los niños”, sostiene Casas.

Control remoto
La Academia Americana de Pediatría brinda una serie de consejos para que los padres aprendan a controlar la relación entre la televisión y los niños.
  1. Ponga límites a la cantidad de tiempo que el niño pasa frente al televisor. Lo recomendable es una o dos horas diarias.
  2. Planifique con su hijo los programas que quiera ver y elíjalos.
  3. Conozca el contenido de los programas que ve su hijo y mantenga una supervisión constante.
  4. No le permita ver televisión durante las comidas. Es mejor fomentar la comunicación familiar.
  5. Saque el televisor del cuarto del niño.
  6. Incite a su hijo a leer, en vez de mirar televisión.
  7. Predique con el ejemplo y también reduzca sus horas frente al televisor.
  8. Entérese de los programas educativos que dan en los canales de televisión; así sabrá cuáles son los más adecuados para su hijo.
De tal palo…
Los padres deben incentivar al niño a realizar actividades lúdicas para alejarlo de la televisión, como la lectura y los deportes. Con ello, estimularán su desarrollo motor.
La mejor forma de hacerlo es dando ejemplo y para eso se deben evitar hábitos como ver televisión mientras se come o antes de dormir. Además, se aconseja sacar el televisor del cuarto de los pequeños.
Esencialmente, se debe eliminar la televisión de las actividades sociales de la familia y abrir espacios para actividades como la lectura.

abcdelbebe.com 


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Padres e hijos adolescentes

Para muchos padres, educar a un adolescente es como pelear una larga batalla, según lo asevera el doctor Robert Neeldman, quien ha escrito numerosos textos sobre pediatría y es conferencista de temas relacionados con el aprendizaje y la alfabetización. “Son diarias las escaramuzas pero los años pasan sin que se determine claramente al ganador. Como en el caso de las disputas por límites entre países vecinos, la guerra de los padres versus sus hijos adolescentes se origina en los límites: ¿Cuál es la línea que divide el control de lo que realmente se hace?”, dice Neeldman.
Añade que ambos lados anhelan la paz, pero ninguno de ellos siente que tiene el poder para detener el conflicto. En parte, esto se debe a que ninguna de las partes se inclina por admitir responsabilidad alguna por haber iniciado tal enfrentamiento. “Desde el punto de vista de los padres, la única causa de la disputa es la total irracionalidad de sus hijos adolescentes. Y, por supuesto, los adolescentes ven este punto de la misma manera, pero en reversa. Ambos lados se sienten atrapados”, señala el especialista y a continuación describe las tres causas más comunes que no tienen triunfadores entre los adolescentes y sus padres y algunas sugerencias de cómo salir de esta trampa.

Disputas triviales
Estas son batallas sobre temas que realmente no tienen mucha importancia. Los ejemplos incluyen asuntos como el del color del cabello que el adolescente quiere o la frecuencia con que se lavan el mismo, la limpieza de su dormitorio, el estilo de la ropa que prefieren, el que no quiera comer un buen desayuno antes de ir al colegio o su tendencia a dormir hasta el mediodía durante los fines de semana.

“Los padres a menudo sienten que sus hijos adolescentes adoptan ciertos comportamientos tan solo para probar cómo sus padres los resuelven. Ellos temen que si se rinden ante todo, perderán el control total. Desde el punto de vista del adolescente, los padres son simplemente unos tiranos”, según Neeldman.

Culpabilidad
Dice el experto que la meta de una batalla para implicar la culpabilidad es conseguir que el oponente admita que su pésima actitud es la razón de que todo vaya mal. Se puede fácilmente reconocer una de estas disputas cuando se escucha la frase: “Tú siempre…”, como por ejemplo: “¡Tú siempre me interrumpes! Tú nunca escuchas lo que tengo que decir”. Y la réplica, por supuesto, es lanzar la culpabilidad en retorno de inmediato, como el soldado que lanza una granada: “Bueno no tendría que interrumpirte si alguna vez dejaras de hablar”.


Necesidad de estar en lo cierto
“No importa cuál sea el tópico, si es la política, las leyes de la física o la forma de hacer huevos revueltos, el punto de estos exabruptos es probar que uno está en lo correcto y la otra persona está equivocada. En medio de estas discrepancias el deseo es ser considerado como una autoridad, alguien que en verdad conoce algo y, por lo tanto demanda respeto”, dice el autor. Desafortunadamente, mientras los padres y los hijos adolescentes continúen asumiendo que la otra persona está mal informada o se porta de manera irracional, ellos continuarán también propiciando estas contiendas por siempre y nunca llegarán a un progreso que lleve a la armonía.


Evitar la trampa del ‘nadie gana’
No hay recetas simples para conseguir que las relaciones padres-adolescentes estén completamente libres de tensiones, pero hay algunos principios generales que pueden ser de ayuda:


Establezca sus normas ahora
Para evitar ser presa de disputas triviales, determine los mínimos requerimientos de parte de su adolescente. Por mínimos requerimientos se entiende todo lo que usted quisiera que él o ella haga (por ejemplo, sacar las mejores notas, organizar su dormitorio, hablar siempre con cortesía), en lugar de lo que él o ella necesita hacer para mantener una buena relación con sus padres (ir al colegio y obtener calificaciones que le permitan seguir adelante, no llevar comida a su habitación porque esto hará que los insectos le visiten, no usar términos groseros con sus padres cuando discuten).

“Enfocarse en requerimientos mínimos no significa que se deje de tener esperanzas y creer que su adolescente crecerá y se convertirá en un buen adulto, pero sí significa escoger cuidadosamente las batallas y hacer compromisos cuando sea posible”, indica el doctor Neeldman.

Mire hacia delante y no hacia atrás. 
Para evitar caer en el engaño de la culpabilidad, el enfoque debe estar orientado a lo que se desea que suceda y no a lo que está mal o a determinar de quién es la culpa.

Por ejemplo, en lugar de decir: “Tú nunca me escuchas”, intente esta otra frase: “Por favor escúchame ahora”. En lugar de decir “Eres un cochino”, intente “Quiero que lleves tu ropa sucia a la lavadora en este instante, por favor”.

Admita que usted puede estar equivocado.
En lugar de pelear sobre quién tiene la razón y quién no, se debe aceptar desde el comienzo que se están viendo las cosas según el punto de vista propio, en lugar de reñir por hechos objetivos: (“Es verdad, tú no te burlas de todo lo que yo digo”), hay que ir directamente al tema real: (“Me parece que tú te burlas de mí mucho, al menos es lo que siento”). Al hacer esto, dice el especialista, la discusión será sobre los sentimientos paternos que es el punto medular.


Luche con justicia pero hágalo. 
Si hace un esfuerzo por mantener la cortesía, escuchar sin interrumpir y frenarse para no etiquetar a sus hijos, tarde o temprano sus adolescentes seguirán sus instrucciones y harán lo mismo.

Algunas veces, por supuesto, los padres sí tienen que combatir. Cuando los hijos adolescentes hacen cosas claramente peligrosas, tales como involucrase en drogas, ellos necesitan que sus padres les den su apoyo y logren que dejen ese vicio.
“Al no invertir su energía en cosas y batallas triviales de las que nadie sale triunfando, usted adquirirá más fuerza para manejar cualquier problema realmente serio que se produzca”, es la conclusión a la que llega el doctor Neeldman.
Finalmente y después de haber mencionado estas sugerencias por los especialistas en el área, quiero decirles a nuestros amigos que como familia es fundamental inculcar valores espirituales a nuestros hijos, todo lo que ellos vean y practiquen dificilmente se olvidarán cuando crezcan.

Revista Familia

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Las palmadas y los golpes no son efectivos a la hora de corregir a un niño

El pediatra colombiano Sergio Isaza Villa explica en su libro ‘Educar sin maltratar’ por qué los padres no deben acudir a la agresión cuando se trata de castigar a sus hijos. “No hay que confundir el hecho de corregir a un niño con causarle un daño físico o agredirlo”, asegura de manera enfática el pediatra. Y es que los padres suelen asumir la palmada como el castigo y el medio más ‘natural’ y eficaz para lograr que los niños hagan caso, olvidando así de que existen otras maneras de reprender e inculcar lecciones de vida.
Precisamente, el especialista plantea que “bajo ninguna circunstancia el cuerpo humano, y menos el de un niño, debe sufrir ningún tipo de castigo que le genere dolor, puesto que el cuerpo fue creado para el afecto, el aprecio, las caricias, los besos, el goce y el placer; en cambio, el dolor es un signo de alarma que se activa cuando algo no está funcionando bien”. Además, el castigo en el cuerpo es la expresión máxima de una posición dominante de un ser que es más poderoso, desde el punto de vista físico, sobre otro que es débil frente a él.
Ante esto, no cabe duda de que reprender y castigar de manera adecuada se convierte en un reto para la paciencia e inteligencia de los padres, y para su capacidad de interactuar con el niño. Por eso, Isaza sugiere que desde el nacimiento del bebé, los padres deben ser muy precisos en establecer una relación bidireccional; es decir, impartir y recibir afecto, pero también observar cuáles son las necesidades del niño.

“Los padres aprendemos a diferenciar el tipo de llanto cuando el bebé es muy pequeño (sabemos si llora por hambre, por dolor, por frío, etc.). Pero si conserváramos esa agudeza en la percepción, podríamos conocer mejor al niño y posteriormente al adolescente; entonces, los conflictos se evitarían porque el diálogo y las alternativas de solución a sus dificultades y a sus necesidades antecederían a cualquier roce”, afirma Isaza.
Agrega que esto se debe conjugar con el establecimiento de normas y límites claros, los cuales se enseñan con el ejemplo. Aun así, habrá ocasiones en las que el niño quebrante alguna norma. Si esto sucede, un castigo efectivo –dice Isaza– es “dejarlo en su habitación durante 10 o 15 minutos, en ‘tiempo fuera’ solo, sin que juegue ni hable con nadie; así, reflexiona sobre lo que ha hecho”.

Autonomía para moverse y pensar
El pediatra Sergio Isaza Villa explica que las primeras dificultades entre padres e hijos se presentan a partir de los momentos en los que el niño empieza a ser autónomo. Primero, cuando adquiere autonomía en el movimiento; es decir, cuando el bebé sale gateando rapidísimo porque quiere explorar el mundo desconocido que lo rodea. El segundo momento tiene lugar cuando el niño adquiere autonomía intelectual y empieza a decidir sobre sus ideas y acciones. “Entonces, lo que se debe hacer en ambos casos es asegurar las condiciones para que ejerza su independencia, sin que nada lo lastime”.




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Síndrome de Colon Irritable

El Síndrome de Colon Irritable (SCI), es una enfermedad asociada con la mente y que cuando algunas personas se estresan mucho o son muy nerviosas, el estómago se afecta.
El gastroenterólogo ecuatoriano David Constante ofrece información valiosa de esta enfermedad que hoy en día afecta a miles de personas. Los síntomas digestivos que experimentan los pacientes con este síndrome son muy molestos. Se producen por un desequilibrio eléctrico en la motilidad del colon a causa de un desajuste del sistema nervioso parasimpático.
Esto significa que en el intestino grueso o colon no existe ningún daño estructural, ya que el trastorno es solo funcional a causa del estado emocional del paciente. “Si la persona está tensionada por sus problemas, el colon se contrae causando cólico o dolor perenne tipo inflamación en el bajo vientre (hipogastrio)”.

La contracción continua del colon, dice Constante, hace que las heces no puedan ser expulsadas adecuadamente. Hay estreñimiento, heces acintadas (delgaditas) o en forma de bolitas (escíbalos). Y si, por el contrario, el intestino se dilata (sobre todo luego de algún susto o temores y preocupaciones), se produce diarrea, que generalmente es con presencia de moco.
“Lo que nos hace pensar que el problema es por colon irritable es que los síntomas se presentan siempre que el paciente está despierto y nunca mientras duerme. Generalmente, la diarrea es matinal antes y después del desayuno, unas dos o tres veces seguidas, y luego está bien durante el resto del día”, asegura.

Comprobar el síndrome
El diagnóstico del síndrome de colon irritable, agrega Constante, se hace por exclusión, es decir, luego de hacer los exámenes correspondientes al colon (radiografía y colonoscopia, parasitológico de heces, entre otros). Si resultan normales quiere decir que el problema está comprobado.
Según la Asociación Americana de Gastroenterología, el síndrome de colon irritable no conduce a ningún mal orgánico grave como cáncer o la enfermedad inflamatoria intestinal (colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn). “Algunos pacientes tienen formas más severas del SCI y el temor al dolor y a la diarrea impide que participen en actividades normales. En tales casos, los médicos podrían recomendar asesoramiento de aspectos de comportamiento y salud.

Paliativos o curativos
El tratamiento convencional, dice Constante, consiste en proporcionar medicamentos paliativos que regulen la motilidad del colon, pero el problema está en que estos actúan hasta que desaparece la acción, en unas pocas horas, lo que hace que el paciente sea esclavo de estas medicinas.
Es muy importante, agrega, llevar una dieta rica en fibra y agua, porque disminuye la presión dentro del colon, y así calma el dolor, evita el estreñimiento y, además, la aparición de divertículos en un futuro. “Existen en el mercado suplementos de fibra como el psillium, que es excelente”.
También hay muchas personas que son intolerantes a la lactosa, y es algo que se debe tomar en cuenta. Si este fuera el caso, se debe suspender el consumo de leche de vaca, pues produce gases y diarrea.
En cuanto a dieta, se debe consumir fibra (frutas y vegetales frescos, cereales naturales, nueces y almendras). Además, se prohíben los productos hechos con harina refinada y azúcar blanca, ya que puede producir gases, además el consumo de carne y condimentos fuertes e irritantes empeora el problema.







lunes, 22 de diciembre de 2014

LA ÚLTIMA BATALLA




La carta de Jesús

Ruth miro en su buzón del correo, pero solo había una carta.
La tomó y la miró antes de abrirla, pero luego la miró con más cuidado.
No había sellos ni marcas del correo, solamente su nombre y dirección.
Leyó la carta:

Querida Ruth:
Estaré en tu vecindario el sábado en la tarde y pasaré a visitarte.
Con amor,
Jesús.
Sus manos temblaban cuando puso la carta sobre la mesa. “¿Porqué querría venir a visitarme el Señor? No soy nadie en especial, no tengo nada que ofrecerle…” Pensando en eso, Ruth recordó el vacío reinante en los estantes de su cocina. “Ay no! No tengo nada para ofrecerle!
Tendré que ir al mercado y conseguir algo para la cena”. Buscó la cartera y vació el contenido sobre la mesa: cinco dólares y cuarenta centavos.
“Bueno, compraré algo de pan y alguna otra cosa, al menos.” Se echó un abrigo encima y se apresuró a salir. Una hogaza de pan francés, media libra de pavo y un cartón de leche… y Ruth se quedó con solamente doce centavos que le deberían durar hasta el lunes.
Aun así se sintió bien camino a casa, con sus humildes ingredientes bajo el brazo.
“Oiga, señora, nos puede ayudar, señora? Ruth estaba tan absorta pensando en la cena que no vio las dos figuras que estaban de pie en el pasillo.
Un hombre y una mujer, los dos vestidos con poco mas que harapos. “Mire, señora, no tengo empleo, usted sabe, y mi mujer y yo hemos estado viviendo allí afuera en la calle y, bueno, esta haciendo frío y nos está dando hambre, y bueno, si usted nos puede ayudar, señora, estaremos muy agradecidos…”
Ruth los miró con mas cuidado. Estaban sucios y tenían mal olor y, francamente, ella estaba segura de que ellos podrían obtener algún empleo si realmente quisieran.
“Señor, quisiera ayudar, pero yo misma soy una mujer pobre. Todo lo que tengo es unas rebanadas y pan, pero tengo un huésped importante para esta noche y planeaba servirle eso a El.”

“Si, bueno, si señora, entiendo. Gracias de todos modos.” El hombre puso su brazo alrededor de los hombros de la mujer y se dirigieron a la salida.
A medida que los ve saliendo, Ruth sintió un latido familiar en su corazón. “Señor, espere!” La pareja se detuvo y volteo a medida que Ruth corría hacia ellos y los alcanzaba en la calle.”Mire: por que no toma esta comida Algo se me ocurrirá para servir a mi invitado…”, y extendió la mano con la bolsa de víveres. “Gracias, señora, muchas gracias!” “Si, gracias!”, dijo la mujer y Ruth pudo notar que estaba temblando de frío. “Sabe? tengo otro abrigo en
casa. Tome este”, Ruth desabotonó su abrigo y lo deslizó sobre los hombros de la mujer.
Y sonriendo, volteó y regresó camino a casa… sin su abrigo y sin nada que servir a su invitado.
“Gracias, señora, muchas gracias!”
Ruth estaba tiritando cuando llegó a la entrada. Ahora no tenía nada para ofrecerle al Señor. Busco rápidamente la llave en la cartera.
Mientras lo hacía notó que había otra carta en el buzón.
“Que raro, el cartero no viene dos veces en un día.”
Tomó el sobre y lo abrió:
Querida Ruth: Que bueno fue volverte a ver. Gracias por la deliciosa cena, y gracias también por el hermoso abrigo.
Con amor.
Jesús.
Muchas veces sin ni siquiera saber, podemos estar haciendo el bien a Jesús, u hospedando ángeles en nuestra casa. Hagamos el bien sin mirar a quién y que la mano izquierda no se entere lo que hizo la derecha. 





Celebrar sin engordar

En las cenas de Navidad o Año Nuevo, se pueden llegar a consumir unas 10.000 calorías -el equivalente a unos cinco días de dieta normal- y comprobar que hemos aumentado entre 2 y 4 kilos más en nuestro peso.

10 consejos practicos
  1. No llenar la despensa de productos calóricos, típicos de la época, esto ayuda a evitar la tentación de comer entre horas.
  2. Controlar las cantidades ingeridas y no repetir en la mesa. El banquete navideño incluye muchos y variados platos.Hay que tratar que las raciones sean moderadas. Comer de todo, pero en pequeñas cantidades. Moderar las salsas y guarniciones, nos ayudará a limitar el aporte calórico del menú.Si no eres vegetariano, elegir carnes magras como la carne de pavo que es la mejor opción. Generalmente para esta época se comen carnes de cordero o de pavo. La que tiene menos grasa y calorías es la carne de pavo (que aporta 102 calorías por cada 100 gramos), contra las 310 calorías que tienen 100 gramos de carne o de cerdo.Hay amigos que aún ingieren licor, se les ruega moderar el consumo. El vino tinto es menos calórico que el blanco, y el champán más que la sidra. Beber refrescos sin azúcar y aumentar el consumo de agua, nos ayudará a digerir mejor los alimentos. Recomendación: hagamos el plan de dejar las bebidas alcohólicas.Es preferible cocinar al horno, tratando de evitar las frituras, rebozados o empanados.Moderación con los dulces, postres y turrones. El turrón de jijona y el mazapán son menos calóricos que el turrón almendrado.Elaborar postres light, por ejemplo ensalada de frutas frescas o macedonia de frutas con edulcorante en lugar de azúcar, en vez de crema chantilly queso untable magro sin sal batido con edulcorante, frutas al horno con un copito de nata montada.Comer más vegetales que carnes, limitar el consumo de sal, usar platos pequeños porque los grandes incentivan a servirse más comida, hacer entradas bajas calorías que vayan llenando pero que no engorden, no añadir mucho aceite a las ensaladas, y de ser posible tomar un caldo desgrasado o una pieza de fruta 15 minutos antes de la comida, de este modo se llega a la mesa con menos hambre.Comer despacio y no saltarse ninguna comida, evitar llegar a la cena de Navidad con hambre y disfrutar de las fiestas con moderación y prudencia, sobre todo con la comida y la bebida, son consejos fundamentales.En los días siguientes no dejar de lado la actividad física, sobre todo cuando es común comer durante toda la semana lo que sobró de las fiestas si tenemos en cuenta que son 4 días de festejo en total (Nochebuena – Navidad y Nochevieja – Año Nuevo) que se traducen en 15 días de comidas con alto contenido calórico.
 10 claves para una cena navideña saludable

  1. La compra: Calidad sin desequilibrar el presupuesto: Elegiremos alimentos que nos ofrezcan las máximas garantías de calidad. No compre turrones ni mazapanes para un regimiento. Recapacite sobre la cantidad de carne, pescado, marisco o embutidos que va a comprar. ¡Recuerde que la Navidad no dura un mes!. En el caso de los pescados y mariscos, podemos adquirirlos con unas semanas de antelación, procediendo a su congelación, aunque es importante descongelarlos de forma correcta.
  2. Entradas: Unos entrantes ligeros a base de hortalizas, canapés, sushi, verduras o sopas a las que habremos quitado el exceso de grasa, pueden ser una estupenda opción.
  3. Segundos platos: Si su opción son las carnes, recuerde que las aves -pavo, pollo- son menos grasas que las carnes rojas -ternera, cordero o embutidos-, aunque puede cocinar cualquiera de ellas escogiendo preferentemente las partes más magras. Las carnes de caza son ricas en purinas y pueden no ser la mejor opción cuando en nuestra familia hay enfermos aquejados de gota. Los pescados son una excelente opción, tanto los blancos como los azules, aunque cabe tener en cuenta el mayor contenido en grasas de estos últimos en unos días en que el aporte de éstas ya es de por sí es elevado. Una corvina, un dorado, un pargo, un salmón pueden ser una magnifica opción en estos días festivos.
  4. Condimentos: Opte por los que utiliza habitualmente, pero sea comedida en las cantidades de los mismos; no abuse de especias o picantes, que irritan el estómago aumentando la acidez.
  5. Cantidades: Una vez en la mesa, uno de los puntos fundamentales debe ser el no excedernos en las cantidades. Es por ello que aconsejamos austeridad al servir, siendo preferible que algunos de los comensales puedan repetir después.  
  6. Postres: Es bueno preparar un postre a base de frutas, como piña, frutas del bosque, fresitas en zumo de naranja, macedonia de frutas etc. La piña o anana y la papaya pueden ser una buena opción, dado que su contenido en bromelina y papaína, respectivamente, facilitan la digestión de las proteínas. También la sandia, melón entre otros. Podemos optar también por un helado de frutas (mandarina, limón, frutilla, melón, piña) o por infusiones (menta, té verde, etc.).
  7. Bebidas: En el caso de las bebidas, el agua debe ser el primer invitado en la mesa, los jugos naturales y las bebidas dietéticas pueden ser buenos aliados para comer menos. Evitemos el consumo de gaseosas, ya que como es sabido tienen altísimos porcentajes de azúcar. Para los que gustan de alcohol, aporta calorías “vacías”, es decir, sin nutrientes. Es bienvenido en las Fiestas, pero hay que recordar que fija las grasas, porque es el último combustible que usa el organismo. Recomendación: Evite la ingesta de bebidas alcohólicas en estas festividades.
  8. No acostarse enseguida después de cenar: Deben transcurrir al menos un par de horas desde que hemos acabado de cenar hasta el momento de ir a la cama, para evitar el reflujo de alimentos y ácido desde el estómago al acostarnos en la cama.
  9. Infusiones: La manzanilla, el tomillo, el poleo menta y la infusión de anís ayudan a hacer la digestión y a combatir las flatulencias, preferentemente esta última.
  10. Turrones y dulces navideños bajos en calorías: Muchas veces estos productos se anuncian como bajos en calorías y aptos para diabéticos, pero lo cierto es que los turrones “light” engordan prácticamente igual que los normales y, contrariamente a lo que se piensa, los diabéticos también deben controlar su ingesta. Para cuidar la línea sin renunciar al turrón, es preferible y más sano comer el de toda la vida, pero en poca cantidad. Pensemos, además, que la Navidad no dura tres semanas. Sepa hacer excepciones en los días festivos y volver a su alimentación ordinaria, variada y equilibrada según los cánones de la dieta mediterránea, en los días no festivos.
“No hay que prohibirse, sino ser flexible y darse gusto con moderación. Lo mejor es elegir lo que se desea comer y servirse en el plato, no de la bandeja, para reducir a la mitad el aporte calórico y disfrutar de todo el menú” -explica Viviana Viviant, de la Asociación Argentina de Dietistas y Nutricionistas (Aadyn).

¿Sabias Que?
Comer demasiado rápido puede conducir a comer en exceso.
Un estudio publicado por Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism lo indica, porque los alimentos que se engullen de forma apresurada limitan la liberación de hormonas en el intestino que desencadenan la sensación de llenura. El autor principal, el Dr. Alexander Kokkinos, del Hospital General Laico en Atenas, indica que el ritmo al que se come podría impactar en la liberación de hormonas intestinales que le dicen al cerebro que deje de comer.

Vidasana.org 



Incluya acelga en sus comidas

Aunque la acelga no es muy popular es rica en nutrientes e incluso tiene más hierro que la espinaca. Es rica en vitamina A, por lo que su consumo garantizará una buena salud de la vista. Comer acelgas cuatro o cinco veces a la semana ayudará a prevenir la pérdida de la visión, las cataratas o el glaucoma. Igualmente ayudará a superar infecciones bacterianas, como la conjuntivitis.
También fortalece el sistema inmunológico, ya que hará que la persona sea más fuerte frente a las infecciones del aparato respiratorio como anginas, gripe, resfriados, sinusitis, bronquitis, etc. La presencia de este alimento en la mesa favorecerá también el buen estado del cabello, de la piel y de las mucosas, dice Bolívar Erazo (médico naturista). Incluir la acelga en la dieta también favorecerá la coagulación de la sangre y el mantenimiento de los huesos. Comer estas hojas impedirá que las heridas sangren por mucho tiempo o que aparezcan hematomas al mínimo golpe.

Otras razones para consumir este alimento
  • Esta verdura es ideal para los deportistas, ya que el calcio que posee previene los calambres, algo que suele suceder con bastante frecuencia en los jugadores de fútbol, por ejemplo. Para esto, incluya acelga en las ensaladas crudas.
o        Las mujeres embarazadas o que dan de lactar deberían incluir la acelga en sus comidas porque necesitan una dosis extra de calcio. Además, esta verdura contiene ácido fólico, nece-sario para que el feto se desarrolle con normalidad.

o        Comer estas hojas también ayudará a eliminar líquidos, por lo que facilitará la dieta de aquellas personas que tengan problemas de obesidad o retención de líquidos. Para esto prepare infusión de acelga y tome dos tazas en el día durante 15 días.

o        Aunque las espinacas tienen la fama de ser ricas en hierro, las acelgas contienen aún más de este mineral. Comer estas dos verduras ayudará a superar problemas de debilidad y anemia. Puede tomarlas en zumo en ayunas durante nueve días o incluirla como parte de las ensaladas.
o        Para mejorar la circulación, prevenir la hipertensión y la formación de coágulos en las arterias, coma más acelga al vapor en el almuerzo o en la cena.

o        Como este alimento es rico en fibra favorece el tránsito intestinal y previene el estreñimiento. Por ende, también le ayudará a evitar los problemas de hemorroides. Vicente Aguilera (médico naturista) recomienda comerla cruda o sancochada en sartén, con un poco de aceite de oliva.

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