martes, 14 de octubre de 2014

Si se pudiese no morir…

muerte
Todos los años en el mes  de febrero, tiene lugar el “Festival de la Canción Italiana” en Sanremo. Y una de las canciones premiadas de este año tiene un título curioso:
Si se pudiese no morir”.
Curioso porque a pesar de estar familiarizados con la realidad de la muerte, en el sentido de saber que existe y  de ser conscientes que no la podemos evitar porque en algún momento dado tocará a nuestra puerta… nadie quiere morir, y nos resistimos obstinadamente a la idea de perder a nuestros amados en sus brazos.
Aunque en el diario vivir le hemos perdido el “respeto”,  por tantas muertes que contemplamos en el cine, la TV, los videos juegos, los chistes… y tantas otras cosas que nos llevan a ‘deshumanizar’ la muerte, y lo que es peor todavía: ¡a perder el respeto por la vida!
Pero a pesar de esta realidad, en cada ser humano existe el profundo deseo interior de vivir, esto nos muestra una vez más que somos creación de Dios, y que el ser humano fue creado para vivir, no para morir. Pero desde que ingresó el pecado en nuestro mundo, la muerte es un paso inevitable, una consecuencia de nuestra condición de pecadores.
“Porque la paga del pecado es muerte”. Romanos 6: 23
Pero esto no quiere decir que, porque el pecado ingresó al mundo trayendo consigo la muerte, todos tengamos que morir para siempre. Porque Dios, quien al principio nos creó para tener vida, no estuvo ni está dispuesto a perder a sus hijos,  y por esto creó un plan por el cual podemos acceder nuevamente a la vida eterna.
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, mas tenga vida eterna”. Juan 3: 16.
“Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”. Juan 10: 10
Nuestra participación en este plan es aceptar a Jesús como nuestro Salvador, seguir su ejemplo, obedecer su palabra y permitirle que dirija nuestra vida. Porque Él ya transito el camino, Él ya venció por nosotros.
“Si me amáis, guardaréis mis mandamientos”. Juan 14: 15.
“… Confiad, yo he vencido al mundo”. Juan 16: 33.
“Si se pudiese no morir” dice la canción…
Lo bueno es que si se puede: Dios nos ha dado vida eterna, y esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo tiene la vida…”  1 Juan 5: 11, 12.
Lo malo es que la mayoría de las personas no lo saben: “Mi pueblo es destruido porque carece de conocimiento”. Oseas 4: 6
Lo urgente es que debemos contarles esta gran noticia: “Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones” Mateo 28: 19.
Y la canción termina diciendo:
¡Dormir en la oscuridad sin miedo,
mientras afuera comienza un temporal!
Quienes creemos en Dios y depositamos nuestra confianza en el cumplimiento de sus promesas, sabemos que la muerte es como un sueño (Juan 11: 11 al 14), un paréntesis de inconsciencia, y por esto podemos dormir confiados; porque aunque sabemos que hoy no podemos evitar este paso doloroso, también sabemos que pronto Jesús volverá como Señor de señores y Rey de reyes y despertará a todos y cada uno de los que descendieron al sepulcro creyendo en sus promesas y ese día podremos decir que la muerte fue vencida…
“Cuando esto corruptible se vista de incorrupción y esto mortal se vista de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: ¡Sorbida es la muerte en victoria!” 1 Corintios 15: 54
“Y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos. No habrá más muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas ya pasaron”. Apocalipsis 21: 4.
Si hoy la vida ha puesto frente a usted una situación que oscurece sus días y le hace sentir miedo de la tormenta que ruje afuera. ¡No tema! ¡Descanse tranquilo!
Porque “sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien”. Romanos 8: 28. 
“En paz me acostaré y dormiré; porque sólo tú, oh Jehová, me haces vivir seguro”. Salmo 4: 8
Por Sonia Dutra Caetano
Escuela Biblica Red Nuevo Tiempo


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